Andorra es uno de los países más curiosos y pintorescos que se pueden encontrar en Europa. Se sitúa en la frontera entre Francia y España y entre otros muchos alicientes, destacan sus más de 200 kilómetros de nieve esquiables. Esquiar en Andorra es un objetivo que se plantean y que cumplen muchos de los amantes de este deporte.
Andorra cuenta con una variedad muy amplia de pistas de esquí, pero hay tres estaciones que destacan sobre el resto. No hay que olvidar que son las que tienen más afluencia de personas y por eso es conveniente llegar a ellas con la mayor antelación posible.
Es probable que esta sea la mejor estación de esquí que se puede encontrar en Andorra, y esto se debe a sus características. Entre ellas destaca que cuenta con más de 200 km de pistas, estas dimensiones hacen que Grandvalira sea reconocida como la estación de esquí más grande de toda Europa.
También destaca su organización, sus sectores están conectados de tal forma que cualquier esquiador puede recorrerlos en un espacio de tiempo relativamente pequeño sin perderse o desorientarse. En total, Grandvalira cuenta con 49 pistas azules, 41 rojas, 19 negras y 14 verdes.
Esta estación tampoco pasa desapercibida. Cuenta con más de 90 kilómetros de pistas esquiables y es una opción escogida tanto por familias, como por grupos grandes de esquiadores. Además, se encuentra a menos de 10 kilómetros de Andorra la Vella que es la capital del país.
Vallnord- Pal Arinsal cuenta con 17 pistas rojas, 14 azules, 7 verdes y 4 negras. También hay que destacar que esta estación es capaz de soportar a cerca de 40.000 esquiadores que realicen este deporte en sus pistas de forma simultánea.
A pesar de que Ordino – Arcalís no tiene características tan imponentes como las otras estaciones, se distingue del resto por ser la pista que abre la temporada y la que la cierra. Además, el nivel de calidad de su nieve se mantiene intacto durante toda la temporada. Incluso ha habido años que ha estado abierta desde mediados de noviembre hasta el mes de mayo.
Ordino – Arcalís tiene 10 pistas rojas, 9 verdes, 6 azules y 2 negras. Otro de sus rasgos es que ofrece diferentes actividades aparte del esquí entre las que se encuentran los trayectos en motos de nieve o los saltos en parapente.
La mayoría de los amantes del esquí hacen un viaje hacia el norte de España para disfrutar de las pistas del principado. Además, muchos de estos viajes se producen en vacaciones. Lo mejor para este contexto es contar con la seguridad de que ese viaje se puede anular o de que las personas estarán debidamente asistidas ante cualquier incidente. Contrata tu seguro de viaje en Telefónica Correduría de Seguros y disfruta de esta cobertura y de otras muchas. La tranquilidad de estar cubierto al organizar un viaje no tiene precio.
El invierno es el periodo que marca la temporada de las estaciones de esquí. En esa época la nieve es mucho más densa. Además, las bajas temperaturas y las heladas ayudan a conservarla.
En el caso de Andorra, las pistas suelen abrir entre el 1 de diciembre y el 16 de abril. También es muy probable que en el mes de noviembre muchas de ellas estén abiertas. De hecho, esto siempre ha sido lo más habitual, pero factores como el cambio climático o el atraso de la llegada de las heladas ha ido retrasando las fechas de apertura. Este contexto provoca que si se quiere esquiar en Andorra con todas las garantías haya que reservar con varios meses de antelación.
Para practicar este deporte con todas las garantías es necesario contar con cierto equipamiento. En primer lugar, es necesario tener las tablas y los bastones de esquí, la elección cuáles son las que mejor se adaptan a ti puede depender de tu altura y modalidad de esquí, por lo tanto, si es tu primera vez déjate aconsejar por el personal de la tienda donde vayas a alquilar o comprar el equipo, un consejo, al principio es mejor alquilar, así podrás probar diferentes modelos y sabrás cual comprarte si finalmente te apasiona este deporte. También es muy importante que las botas sean las adecuadas y no te olvides del casco, que aunque no es obligatorio, es imprescindible para tú seguridad.
En cuanto a la ropa, deben ser prendas térmicas y guantes impermeables. Otro aspecto importante es que la nieve refleja la luz del sol y por eso es necesario utilizar crema solar y gafas polarizadas. Finalmente, y en lo que respecta a la seguridad, es conveniente llevar fruta, agua o barritas energéticas y el teléfono con la batería totalmente cargada por si ocurre algún incidente.
La mejor época para esquiar en Andorra transcurre entre los meses de enero y abril. Pero hay que tener en cuenta que a medida que se acerca la primavera, las temperaturas van subiendo de forma paulatina, y como consecuencia, la densidad de la nieve va bajando, aunque si las estaciones están abiertas a principios o a mediados de abril, se podrá esquiar sin ningún tipo de inconveniente.
Otro aspecto importante tiene que ver con las fechas que se seleccionan para esquiar. Siempre es recomendable evitar las temporadas altas como puentes o vacaciones, ya que en esos días el número de personas que esquían por las pistas de Andorra será mayor. Todo esto hace que el mejor momento para esquiar en Andorra sea un fin de semana aleatorio de enero o de marzo o en días laborables, que es cuando las pistas estarán mucho más libres.