Uno de los bienes más importantes y valorados por las personas es su vivienda. La casa es el lugar en el que se habita y se busca que sea un espacio seguro y confortable que hay que proteger. Por eso, es conveniente valorar diferentes alternativas. Telefónica Correduría de Seguros te da la opción de calcular tu seguro de hogar para proteger dos aspectos esenciales: el continente y el contenido del lugar en el que habitas o del que eres propietario.
El continente es un aspecto al que prestan atención todos los seguros de hogar. El motivo es que este término hace referencia a todos aquellos elementos que son imprescindibles en la puesta en pie de un inmueble, independientemente de si el interior de ese hogar está vacío o está lleno.
Los elementos que forman parte del continente corresponden a la estructura de la vivienda y son fundamentales para que ese lugar sea habitable. El suelo, las paredes, las tuberías de la vivienda o cualquier pieza que sea esencial para que esa vivienda reciba sus suministros forman parte del continente.
El contenido de una vivienda hace referencia a todos los objetos que la persona ha incorporado a un inmueble ya construido. Concretamente, el contenido se refiere a todos los objetos de valor que compra la persona. Las joyas, los sofás, los cuadros, o los espejos son elementos que formarían parte del contenido, y aunque no estén en la estructura básica de la vivienda, también es conveniente que estén debidamente protegidos.
Existen dos aspectos que son determinantes para establecer la diferencia entre continente y contenido. El primero de ellos es el que indica que el continente tiene un valor que viene dado por el simple hecho de comprar la vivienda, ya que al formar parte de su propia estructura es inherente a ella. Por otro lado, el contenido es aquello que se adquiere voluntariamente, y, por lo tanto, tiene un valor que abona la persona.
Otro aspecto que establece la diferencia entre continente y contenido es el que el primero es inamovible, y su venta o cesión supondría la propia venta o el alquiler de la vivienda, mientras que el contenido sí se puede mover y en caso de venderlo o cederlo, se sigue conservando la propiedad.
El cálculo del continente y el contenido se tiene que hacer por separado. En primer lugar y en lo que se refiere al continente, hay que tener en cuenta cuatro aspectos que son, las dimensiones de la edificación. Es decir, los metros cuadrados que tiene, el lugar geográfico en el que se encuentra, la calidad de la vivienda, sus materiales de construcción y el estado en el que se conserva. Además, en caso de que se trate de un piso, hay que consultar el seguro que tenga la propia comunidad de vecinos.
Por otro lado, y para el cálculo del contenido, se tiene que hacer un inventario de todo aquello que se ha adquirido y otorgarle un valor. Generalmente, el valor del contenido puede equivaler a un 35% del continente, aunque esto sólo es una medida aproximada.
Hay objetos que se sitúan en una línea muy delgada entre continente y contenido, uno de ellos son las persianas, y aunque se trata de un objeto que se puede reemplazar, forman parte del continente de la vivienda, así como ocurre con las puertas o con las ventanas.
Al igual que ocurre con las persianas, el garaje y el trastero forman parte del continente de la vivienda. El motivo es que son superficies construidas, a pesar de que no estén ubicadas en el interior de la zona habitable de la vivienda.
Seguros como los de Telefónica Correduría cubren todas estas cuestiones, además, se adaptan a las características de la vivienda teniendo en cuenta si se trata de un piso de planta baja o alta, de un ático o último piso o de un chalet independiente, adosado o pareado. También se valora el hecho de que el contratante sea un propietario o un inquilino.