Claves para cuidar a personas en situación de riesgo en verano

Verano y salud: claves para cuidar a personas en situación de riesgo

Contrata tu seguro de salud

Las claves para cuidar a personas en situación de riesgo en verano es una forma esencial de prevención. Con cuidados adecuados y atención temprana, es posible evitar complicaciones derivadas del calor y garantizar su bienestar.

Con la llegada del verano, los días se alargan, suben las temperaturas y comienzan los planes al aire libre. Sin embargo, esta estación también representa un mayor riesgo para las personas vulnerables, como mayores, bebés, personas con enfermedades crónicas o en situación de dependencia. Por eso, es fundamental tomar medidas específicas de cuidado, tanto dentro como fuera de casa.

Las altas temperaturas pueden agravar dolencias preexistentes, provocar deshidratación, bajadas de tensión o incluso golpes de calor. Por eso, proteger la salud de quienes más lo necesitan es una tarea de prevención, atención y organización.

A continuación, recopilamos consejos prácticos de profesionales de enfermería para cuidar a las personas vulnerables durante los meses de más calor.

Hidratarse sin esperar a tener sed

Uno de los errores más comunes es pensar que solo se necesita agua cuando se tiene sed. En personas mayores, por ejemplo, la sensación de sed puede estar alterada, lo que aumenta el riesgo de deshidratación sin que haya señales claras.

¿Qué hacer?

  • Ofrece líquidos a lo largo del día: agua, infusiones frías o caldos suaves.

  • Evita bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.

  • Presta atención al color de la orina: cuanto más clara, mejor señal de hidratación.

Evitar las horas de mayor calor

Entre las 12:00 y las 18:00 h es preferible no salir a la calle, especialmente si hay alerta por altas temperaturas. Durante esas horas:

  • Mantén las persianas o cortinas bajadas.

  • Usa ventiladores o aire acondicionado de forma moderada.

  • Favorece el descanso en espacios frescos y ventilados.

Recuerda: en personas con movilidad reducida o dependencia, este control del entorno es esencial.

Protección solar más allá de la playa

La piel de niños y mayores es especialmente sensible. Aunque el plan no incluya piscina ni playa, es importante usar protector solar a diario, incluso en terrazas o paseos cortos.

Además:

  • Viste con ropa ligera, transpirable y de colores claros.

  • Usa sombrero o gorra y gafas de sol si hay exposición directa.

Alimentación fresca, variada y ligera

El calor puede reducir el apetito, pero eso no significa que haya que dejar de alimentarse bien. En verano es recomendable:

  • Priorizar frutas, verduras y proteínas fáciles de digerir.

  • Evitar comidas copiosas o muy grasas.

  • Servir en raciones pequeñas y frecuentes, mejor si están frías o templadas.

Medicación e información médica accesible

En caso de urgencia, tener a mano el historial médico y la lista de medicación es clave. Puedes llevarlo en una carpeta sencilla o en el móvil, especialmente si vas a estar fuera de casa unos días.

También es importante revisar que la medicación habitual no pierda efectividad con el calor, y consultar con el médico si se viaja o se modifica la rutina.

Tener un seguro de salud adecuado permite acceder a atención médica rápida en caso de necesidad. Ya sea una video consulta, una cita con especialista o asistencia presencial, contar con un seguro privado reduce esperas y acelera la respuesta ante cualquier complicación.

Preguntas Frecuentes

¿Qué puede pasar si no bebo cuando no tengo sed en situación de mucho calor?

Puedes deshidratarte sin darte cuenta. El cuerpo pierde líquidos al sudar y, si no los repones, pueden aparecer mareos, fatiga o incluso un golpe de calor. La sed no siempre es un buen indicador, por eso es clave hidratarse de forma regular.