Las humedades en casa son un perjuicio estético importante, pero, además, pueden causar problemas de salud. Esta cantidad de agua o de vapor de agua concentrado, en ocasiones, están detrás de dolencias como las alergias, las rinitis, algunos tipos de infecciones o del asma. Afortunadamente, es posible evitar la formación de humedades tomando una serie de medidas higiénicas.
La llegada de estaciones como el otoño o el invierno provocan una bajada de las temperaturas. El frío y la lluvia pueden afectar de forma considerable a algunas viviendas generando goteras, moho o condensaciones que favorecen la formación de humedades y crean un ambiente desapacible en el hogar.
Un buen aislamiento de las paredes es esencial para evitar que el calor de la casa se filtre al exterior y que el frío entre en la vivienda a través de la propia pared. Forrar las paredes con cámaras de aire o pladur mantendrá la casa a una temperatura adecuada durante las estaciones más frías, y, además, esta medida supone un ahorro.
Algunos accesorios, además de ayudar a evitar que aparezcan las humedades en casa, mejoran el ambiente que se respira en el hogar. Uno de ellos es el humidificador. Se trata de un electrodoméstico muy pequeño y de bajo coste que absorbe la cantidad de vapor de agua que se concentra en el entorno. Por otro lado, la pintura térmica aísla las paredes y evita que el moho aparezca en algunos rincones.
Otro accesorio que viene muy bien son los absorbentes de humedad diseñados para salas pequeñas o roperos. En estas estancias suele concentrarse la humedad y esos artefactos la absorben limpiando el ambiente. También hay una recomendación que suele pasar desapercibida, pero que es muy efectiva, y es reducir la cantidad de plantas de interior porque contribuyen a concentrar la humedad.
Una de las formas más sencillas de luchar contra las humedades en casa es abriendo las ventanas regularmente. Es probable que en invierno esta acción provoque que entre frío en la vivienda, pero es conveniente abrir puertas y ventanas durante 15 o 20 minutos y dos veces al día.
En caso de vivir en zonas muy húmedas se debe reducir el tiempo de ventilación, el motivo es que la humedad exterior es superior a la interior y es recomendable regular este aspecto. Otro factor importante es controlar la temperatura de las habitaciones exteriores y evitar que esté muy alta.
El termostato es un artefacto que se encarga de regular la temperatura de la calefacción de una vivienda para que se mantenga a los grados que se escoja. Mantener el termostato a una buena temperatura es esencial para evitar la aparición de humedades en casa. Este aparato emite aire caliente y este tiene una carga de humedad mayor que la que tiene el frío, por eso es conveniente no tenerlo a una temperatura excesivamente alta.
El cuarto de baño es el espacio de la casa en el que se concentra una mayor densidad de humedad, sobre todo cuando se toma un baño o una ducha caliente. Colocar un extractor de aire puede reducir la densidad de vapor que se genera en esta zona de la vivienda.
Otra zona de la casa en la que se produce una importante concentración de humedad es en la cocina. Para reducir la incidencia de la humedad se pueden usar diferentes trucos como colocar siempre las tapas en las ollas o activar la campana del extractor cada vez que se cuecen o se calientan los alimentos.
Actualmente, se pueden encontrar multitud de productos de limpieza diseñados para eliminar las humedades en casa. Pueden encontrarse en casi cualquier supermercado. Si no se cuenta con estos artículos, se puede recurrir a remedios caseros como aplicar lejía, vinagre o alcohol. Normalmente, estos productos se colocan entre las baldosas y absorben la humedad evitando que se extienda.
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La principal consecuencia de dormir en una habitación cargada de humedades es que la salud de la persona se puede resentir. Sobre todo si se duerme con mucha frecuencia en ese cuarto. Tanto las humedades como el moho liberan una serie de esporas que terminan introduciéndose en los procesos de respiración, provocando dolencias como el asma o irritaciones en la piel y en los ojos.
Existen diferentes formas de eliminar tanto la humedad como el moho de un cuarto, pero si se quiere limpiar la habitación cuanto antes y crear una estancia habitable se pueden usar remedios caseros.
Uno de ellos consiste en diluir vinagre blanco sobre la superficie que se quiere limpiar y dejar que repose durante 60 minutos. También se puede usar una cucharada de bicarbonato diluido en agua y frotar las paredes con ese ungüento. Una vez hecho esto, se debe limpiar la zona con agua y dejarla secar lentamente.