Requisitos para considerar una vivienda como segunda residencia
El rasgo fundamental que determina que un inmueble es una segunda residencia es que es comprado mientras ya se tiene otra vivienda en propiedad. Además, el hecho de que no se resida de forma constante en esa primera vivienda no evita que la nueva propiedad que se adquiere sea considerada como segunda residencia.
Otros aspectos a tener en cuenta de la segunda residencia es que pueden convertirse en primeras residencias, aunque para ello es necesario habitar en ellas durante un mínimo de 3 años o durante 12 meses de forma ininterrumpida.
Motivos para contratar un seguro de hogar para segunda vivienda
Todas las viviendas están expuestas a situaciones imprevistas que pueden afectar tanto a su interior como a su exterior. Contratar un seguro de hogar para segunda vivienda es necesario por diferentes aspectos. Además, si la segunda vivienda se encuentra en un paraje natural aislado, ese seguro puede resultar todavía más útil.
- Tranquilidad personal: Si se da el caso de que la segunda residencia está ubicada a más de 100 kilómetros de la vivienda habitual o se encuentra en otra comunidad autónoma, resulta más complicado tener cierto control sobre ella o ir a revisar su estado con cierta frecuencia. En este caso, contar con un seguro de hogar para segunda vivienda es un alivio por el hecho de saber que ese inmueble está cubierto.
- Robo: Una segunda residencia está más expuesta a sufrir hurtos, sobre todo porque muchos infractores suelen cerciorarse de que no hay personas residiendo en ese inmueble de una forma constante o que simplemente se trata de una casa de vacaciones.
- Daños atmosféricos: Una segunda residencia que esté ubicada en una zona natural tiene más probabilidades de sufrir daños atmosféricos provocados por las tormentas o por las fuertes rachas de viento. En ocasiones la acción de estos elementos provoca daños en los jardines y en la parte interior y exterior del inmueble.
- Incendios: El riesgo de incendios está presente en cualquier vivienda. Pero si se trata de una segunda residencia las consecuencias pueden ser más graves. El motivo es que hay más probabilidades de que no haya nadie en el hogar cuando se propaga el fuego, y por lo tanto, se tarde más tiempo en reaccionar ante él. Por ello es recomendable tener un seguro que te proteja de este tipo de situaciones.
- Un seguro hecho a medida: El seguro de hogar para segunda vivienda es un producto flexible, ya que está diseñado para ofrecer cobertura a una vivienda en la que no se reside de forma habitual. Este hecho da la opción de personalizar el seguro en función de las necesidades personales.
- Seguro frente a inquilinos: Muchas personas deciden alquilar su segunda vivienda porque no tienen previsto usarla en un tiempo. En esos casos, tener inquilinos puede llevar a sentir preocupación por la integridad de la vivienda. Contratar un seguro ayuda a ganar en tranquilidad y tener cobertura frente a accidentes.
- Protección a los elementos de la propia vivienda: Factores como el paso del tiempo pueden provocar un desgaste en los materiales de construcción y en la estructura interna de la propia vivienda. Un seguro puede responder ante este hecho para que el interior de la residencia se encuentre siempre en perfecto estado.
