¿En qué consiste el seguro de responsabilidad civil para perros?
El seguro de responsabilidad civil para perros puede estar incluido en el seguro de hogar, un aspecto que supone una ventaja para el contratante, sobre todo porque aporta una cobertura de responsabilidad civil, aunque generalmente es necesario que el tomador del seguro sea el propietario del perro. Aun así, hay compañías que contemplan excepciones en este sentido.
En líneas generales, el seguro de hogar cubre a los propietarios de los animales de compañía, siempre que estos no sean utilizados con fines profesionales o comerciales. También quedarían fuera de la cobertura los animales que son utilizados con fines ilícitos. Para que la cobertura del seguro de hogar sea efectiva sobre las mascotas y sus propietarios, es necesario que el asegurado cumpla con la normativa vigente.
También hay que tener en cuenta que quedan excluidas situaciones como tener animales salvajes o animales que sean potencialmente peligrosos, a no ser que en las condiciones concretas de la póliza aparezca alguna excepción en este sentido.
Otro aspecto que no debe pasar desapercibido es que algunos seguros de hogar ofrecen cobertura de responsabilidad civil para perros, al propietario del animal y a las personas que forman parte de su núcleo familiar. Si se da el caso de que una persona ajena a este círculo está cuidando del perro y ocurre algún incidente, lo más probable es que el seguro no ofrezca cobertura. Si tienes dudas al respecto, no dudes en contactar con un asesor de seguros que pueda guiarte al respecto.
Puntos clave de la Ley de bienestar animal
La ley de bienestar animal de 2023 establece una serie de puntos que se centran especialmente en endurecer las penas que se aplican cuando se produce un caso de abandono o de maltrato animal. Pero esta normativa también establece otros preceptos. Uno de ellos es que no se puede dejar una mascota sin la compañía de una persona durante más de 3 días. Además, en el caso de los perros, este tiempo se reduce a las 24 horas.
Esta ley también obliga a facilitarles los controles y tratamientos veterinarios establecidos como obligatorios por las administraciones públicas y tener un seguro de responsabilidad civil para perros. También se prohíbe dejar a un animal en un vehículo cerrado, o recurrir a procedimientos de adiestramiento que provoquen daños físicos o psicológicos en el propio animal y que terminen generando situaciones de estrés o miedo.
